En un momento el convoy se vio atacado por naves británicas que los superaban en armamento y efectivos.
[1] Poco tiempo después dejó el servicio militar e ingresó en la actividad privada volviéndose comerciante, al tiempo que participó en la marina mercante de Francia.
Como explicaba una carta del vicecónsul francés Aimé Roger al primer ministro de Francia, el objetivo de este primer bloqueo era "Infligir a la invencible Buenos Aires un castigo ejemplar que será una lección saludable para todos los demás Estados americanos, corresponde a Francia hacerse conocer si quiere que se la respete".
Este, al darse cuenta del desembarco, reunió algunas fuerzas y entabló la lucha sin resultados definitivos para una u otra parte.
Ante esta situación, Baudin ordenó el embarco de sus tropas, que fueron perseguidas por los mexicanos hasta el muelle, donde los franceses, al disparar un cañón, pudieron detenerlos, resultando el propio Santa Anna herido en una pierna, la cual sería posteriormente amputada.
Baudin ordenó a continuación que la artillería naval hiciera fuego contra la ciudad, por lo que Santa Anna dispuso la evacuación del puerto, retirándose hasta Pocitos (a una legua de la ciudad y hoy un suburbio del puerto).
El mediador fue el inglés Richard Pakenham, quien consiguió reunir a los representantes mexicanos Guadalupe Victoria y Eduardo Gorostiza con el contraalmirante Baudin.