En el Período Posclásico mesoamericano, la isla fue utilizada por los totonacas para efectuar adoraciones y ceremonias.En 1836, fue utilizada por los franceses durante la Guerra de los Pasteles como punto estratégico y como cementerio en un monumento conocido como El Polvorín.Veinte días más adelante la embarcación arribó a las costas del golfo mexicano sin poder desembarcar el ganado en tierra firme debido a la norma sanitaria mexicana que establecía un periodo de cuarentena antes de ingresar el ganado a tierra firme mexicana.Para cumplir dicho cometido, el señor Don Jorge Luis Navarro Ureña, se vio en la necesidad de contratar barcazas desde Veracruz para trasladar durante la cuarentena necesaria trabajadores, alimento y agua que se requerían diariamente.Se había despertado el descontento entre los ganaderos estadounidenses, y por cuestiones meramente diplomáticas, se decidió ponerlo en cuarentena en la Isla de Sacrificios hasta determinar si eran portadores de algún patógeno brasileño.Si bien con el supuesto brote de fiebre aftosa la ganadería mexicana recibió un duro traspié a la larga se presentaron algunos beneficios.A la isla llegan 81 especies de aves, destacando los pelícanos, cormoranes, fragatas, garzas grises, gavilanes pescadores y halcones peregrinos.
Muestra la isla de Sacrificios y la planta del fuerte de San Felipe de Alburquerque que se estaba construyendo para su defensa.