Fue un arquetipo del militar francés aventurero e intrépido del siglo XIX con 34 años de servicio en el ejército y 19 campañas, cinco de las cuales transcurrieron en México.
Empleó en sus tropas como auxiliares a numerosos indígenas encargados de la «limpieza».
Al mismo tiempo, escribe cartas tiernas a su sobrina a la que le hubiera gustado casarse con él si solo sus padres hubieran dado su consentimiento, y él mismo dijo: "He librado una guerra terrible".
El general Bazaine esta vez se niega a ceder ante Maximiliano, furioso por su regreso, y declara a la persona en cuestión "Estaría muy feliz de tener muchos oficiales de su calibre".
Escritor, pintor, estudioso, mundano y guerrero, una vida privada tumultuosa le impidió acceder a las más altas funciones militares.