Según las fuentes del gobierno soviético, Chapáyev no pudo detener al enemigo por hallarse en grave inferioridad numérica, e intentó huir a nado por el río Ural, donde fue visto con vida por última vez.
No se pudo conocer con exactitud si Chapáyev murió ahogado por la fuerte corriente o por las ráfagas de ametralladora del enemigo, pues su cadáver nunca fue recuperado.
La localidad de Lbíschensk luego fue rebautizada como Chapáyev y un museo a su memoria fue creado en 1927.
Su popularidad y fama se basan mayormente a que en 1923 apareció en la Unión Soviética la novela homónima de Dmitri Fúrmanov (otro veterano de la Guerra Civil Rusa) donde se recopilaban las hazañas y anécdotas de Chapáyev, texto dirigido al gran público, y favorablemente recibido por el régimen soviético.
El gobierno de Stalin ordenó realizar dicha película en homenaje a Chapáyev, lo cual fue fundamental para difundir su vida y cimentó más su carácter semilegendario y de héroe popular.