Esto se debe a casos en los que personas fallecidas continuaron recibiendo beneficios públicos o votando en las elecciones.
El modelo internacional permite una causa inmediata, dos intermedias y una fundamental que se expresarán en orden inverso al cronológico.
A finales del siglo XIX, los países europeos estaban adoptando sistemas centralizados para registrar las muertes.
Otras jurisdicciones restringen a quién se emiten los certificados de defunción.
Por ejemplo, en el Estado de Nueva York, sólo los parientes cercanos pueden obtener un certificado de defunción, incluido el cónyuge, padre, hijo o hermano del fallecido, y otras personas que tengan un derecho o reclamo legal documentado, una necesidad médica documentada o una orden judicial del estado.