Un coroner -en el Reino Unido y en otros países anglosajones- es un oficial del gobierno facultado, en el ámbito territorial de su jurisdicción, para conducir u ordenar una investigación relativa a la forma o la causa de muerte, y para investigar o confirmar la identidad de una persona desconocida que ha sido encontrada muerta.
El oficio de coroner tiene su origen en la Inglaterra medieval[1][2][3] y ha sido adoptado en otros países cuyos sistemas legales en algún momento han estado integrados en el del Reino Unido.
[6] Esta función proporcionó un oficial en cada condado local cuyo principal deber era proteger el interés financiero de la Corona en los procedimientos criminales.
La persona que encontraba un cadáver por una muerte repentina o no natural, estaba obligado a notificarlo al coroner.
[3] Mientras que en los siglos XVI y XVII la Corona publicó manuales para sheriffs, alguaciles, jueces de paz y coroners, los manuales específicamente escritos para coroners se distribuyeron en Inglaterra en el siglo XVIII.