Se recogieron fragmentos de cerámica en la zona superficial del cerro, tanto en superficie como hasta en un metro de profundidad (aprovechando unas obras que se realizaron en el cerro).
En superficie no se puede ver ninguna formación defensiva que, de haber existido, seguramente habría sido destruida por las labores agrícolas de la zona.
Aunque se podrían relacionar algunas rocas de los extremos del cerro con alguna anterior fortificación, debido al tamaño y forma de éstas, aunque ya totalmente deterioradas.
El hecho se denunció y las autoridades pararon los trabajos, pero el cerro quedó dañado de forma irreversible para la excavación en su vertiente oeste.
No tan cercana, aunque de una gran importancia arqueológica, está Cástulo, a 37 km, río Guadalimar abajo, muy cercano a la ciudad de Linares, donde la ocupación del lugar se remonta a finales del III milenio a. C., durante la misma época que el mencionado Cerro de las Piedras.