Cerintianos
Según lo que dice, Cerinto no pareció hasta el reinado de Domiciano, hacia el año 88 y fue conocido del apóstol San Juan, que escribió su Evangelio para refutarle.Que durante este intervalo, los santos gozarían aquí abajo de todos los deleites sensuales.El teólogo holandés e historiador Gilles Quispel, creía que Cerinto, o los Cerintianos, descendían de una antigua agrupación de constructores llamados Adukkines o Adukkin, y que estos creían en unos supuestos evangelios llamados «Testamentos Rebu».El teólogo holandés también creía que, en la actualidad, algunas órdenes Masónicas custodiaban y en secreto, estas antiguas enseñanzas, y que serían parte fundamental de los apócrifos encontrados en Nag Hammadi.Es muy esencial el observar que Papias y los otros padres antiguos que también admitieron un reino temporal de Jesucristo por espacio de mil años, jamás lo concibieron como Cerinto.