Cephalopoda
Existen más de 800 especies actuales,[1] comúnmente llamados pulpos, calamares, sepias y Nautilus.En los cefalópodos el pie característico de los moluscos aparece junto a la cabeza, diversificado en varios apéndices, desde 8 en los pulpos hasta los 90 que pueden tener los nautilos.Dichas células poseen pigmentos que se expanden o condensan a voluntad por medio de una contracción muscular controlada por el sistema nervioso.También usan esta capacidad para comunicarse entre ellos por medio de su coloración y gracias a su aguda visión.Poseen un complejo sistema nervioso, con unos ganglios alrededor del esófago que forman un auténtico cerebro.Poseen un corazón sistémico para la sangre que lleva oxígeno de las branquias al resto del cuerpo y dos corazones branquiales que aportan mayor presión a la circulación, a la entrada de la sangre en las branquias.Aun así esto parece ser es una de las características que les ha permitido conquistar hábitats tan exclusivos como son las grandes profundidades, donde ejemplares de gran tamaño son predados por calderones, zifios y cachalotes.Esta nueva capacidad natatoria, que aún hoy en día conservan algunas especies, les permitió abandonar el fondo marino al que estaban ligados los moluscos y acceder a nuevas rutas tróficas más superficiales.[5] Pero estos primeros cefalópodos, de hábitat aún próximo a la costa, fueron desplazados al interior del mar por organismos más avanzados, tales como peces y reptiles marinos.