Centenario de la Independencia de México

En 1910 el régimen porfirista quiso asegurarse un lugar digno en la comunidad mundial.

Y a Benito Juárez como modelo de conciencia liberal.

Por ello, se invitó a las fiestas a la mayor cantidad posible de representantes especiales extranjeros, además del cuerpo diplomático (de 51 países que entonces se contaban vinieron 32).

Para recibir a los invitados especiales se organizaron banquetes, recepciones y bailes.

La actitud de Díaz y Sierra generó multitudinarias protestas estudiantiles, tanto en el Distrito Federal como en Veracruz.

El trabajo ideológico se debe en gran parte a Justo Sierra y a Vicente Riva Palacio en el ámbito de su intelectualidad: la historia nacional el primero y sobre las lecciones de civismo el segundo.

Construido en los terrenos de la antigua hacienda La Castañeda, cercana a Mixcoac.

Inauguración de las exposiciones permanentes, reformadas y enriquecidas del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, el Museo Nacional Tecnológico.

El Centro Mercantil llevaba, sobre una plataforma decorada con banderas nacionales y francesas, un busto de Hidalgo coronado por la mano de una arrogante mujer que representaba a la Patria, y, a ambos lados, otros dos bustos: uno del Benemérito Juárez y otro del general Díaz, coronados respectivamente por la Justicia y por la Paz; otros patrocinadores fueron El Palacio de Hierro, Agricultura, Minería, Industria, Bancos, El Buen Tono, etcétera.

Homenaje a Rubén Darío con presencia del mismo en el puerto de Veracruz.

El escritor declina la invitación y el 12 de septiembre parte rumbo a La Habana.

Reapertura del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.

Excursión del Congreso de Americanistas a San Juan Teotihuacán encabezada por don Justo Sierra.

Inauguración del I Congreso Nacional de Educación Primaria (CNEP).

Gran procesión cívica formada por todos los elementos de la sociedad mexicana y marinos extranjeros, en la avenida San Francisco.

En la noche, Porfirio Díaz gritó a voz en cuello: ¡Viva la Libertad!

Carmen Romero Rubio ofrece recepción en los salones de Palacio Nacional.

Gran desfile militar, tomando parte los marinos franceses, alemanes, argentinos y brasileños.

Desfile de marinos argentinos, brasileños y tropas mexicanas frente a la delegación Chilena.

Cuarta Reunión Anual de La Sociedad Oftalmológica de México, anexa al IV Congreso Médico Nacional, presidida por Emilio Montaña, como vicepresidente Agustín Chacón, secretario Ramón Terroba y tesorero Juan Carmona.

Inauguración del nuevo anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria.

En el acto el presidente confirió el grado de doctores ex officio a varios personajes.

Entre los mencionados se encontraban los médicos: Manuel M. Flores, Eduardo Liceaga, Porfirio Parra, Jesús Díaz de León, Ángel Gaviño, Regino González, Demetrio Mejía, Rafael Ortega, Domingo Orvañanos, Emilo Pardo, Nicolás Ramírez de Arellano, Luis E. Ruiz, Jesús Sánchez, José Terrés, Manuel Toussaint, Aureliano Urrutia y Fernando Zárraga.

(Colocación de la primera piedra del nuevo Palacio Legislativo).

Colocación de la primera piedra del nuevo Palacio Legislativo.

Las fiestas para el Centenario de Independencia fueron filmadas por diversos cineastas, entre los que destacan los hermanos Alva y Salvador Toscano.

Esta exposición fue una respuesta a la postura oficial, europeizante, en torno al arte.

Aquí comenzó a configurarse un imaginario artístico que afectaría la concepción de lo mexicano y de la identidad nacional en los años siguientes, y que hacía hincapié en la autonomía cultural con respecto a Europa, rescatando valores, rostros, fenotipos nacionales.

Las fiestas patrias de 1910.
Programa Ilustrado de los festejos oficiales y particulares que han de celebrarse en los 30 días del mes de septiembre de 1910, con motivo de cumplirse el Primer Centenario de la Independencia Mexicana con una breve reseña geográfico- histórica, una Guía de Forasteros y otras noticias de utilidad para los mismos , septiembre de 1910.
Recepción del enviado español, Camilo García de Polavieja .
Carnet del Baile en Palacio Nacional. Ahí las damas apuntaban el nombre de los caballeros que querían bailar con ellas