La iglesia tiene una imponente estructura románica que data del siglo xii, aunque la fachada, debido a las modificaciones del siglo xvi, presenta un estilo renacentista.
Los obispos de la diócesis intentaron compensar este inconveniente garantizando a la catedral unos privilegios religiosos especiales.
En mayo del 2000, se colocó en la catedral una tumba honorífica especial por voluntad de Juan Pablo II.
Gran parte de estas modificaciones fueron eliminadas tras la Segunda Guerra Mundial: en 1944, la explosión de una bomba que cayó en la catedral durante un bombardeo produjo ingentes daños y la posterior restauración proporcionó la ocasión perfecta para devolver el interior de la iglesia a su presumible aspecto románico.
Así, ocho de las diez capillas fueron tapiadas, junto con la zona del ábside.
En el lado meridional de la plaza se encuentra la Casa de Valentino della Pagnotta, un edificio del siglo xiii así denominado por el nombre del prior que lo compró en 1458.