La catedral fue diseñada en estilo neogótico, basándose en las catedrales medievales de Inglaterra, un estilo arquitectónico que se hizo popular a mediados del siglo XIX; la nave central está realizada en un estilo conocido como inglés temprano (early english), mientras que las naves laterales, así como el resto de la catedral están hechas en un decorado más geométrico, es decir, gótico; Wardell diseñó la Catedral de Santa María de Sídney de una manera similar.
Pese a que la nave central se completó en diez años, el resto de la catedral se fue construyendo con un ritmo más lento, retrasándose aún más por la depresión económica que atravesó la ciudad en 1891, de hecho, en 1897 la catedral fue consagrada sin haber sido terminada.
Debido a que la comunidad católica de entonces era más bien escasa, hubo grandes demoras mientras se recolectaban los fondos para la adquisición de la piedra azul en que está construida la catedral, cuyo valor además, fue aumentado debido a toda esta larga espera en su construcción.
La Catedral de San Patricio se convirtió en la iglesia más grande del siglo XIX en todo el mundo.
Daniel Mannix, fue nombrado arzobispo en 1917, decidió que vería terminada la catedral después del retraso de 30 años que la construcción había tenido.