Vista desde el exterior, se generan planos de luz y sombra acentuando sus rasgos arquitectónicos ya mencionados.Es curioso notar, expresado por algunos feligreses, como el efecto que genera este mineral, puede transportarnos a un mundo interior de sensible austeridad.En 1942 se regularizó el dominio del terreno donde emplazarla y dos años más tarde se concluyó con la estructura de hormigón realizada por la Compañía General de Construcciones con la conducción del Ingeniero Pedro Faukland, actuando como capataz don Esteban Capitanich.[6] Dicha réplica fue realizada por el escultor chilote Milton Muñoz en un bloque de milenario alerce.Los vitrales fueron colocados en 1947, quedando la obra concluida por fuera, con el interior aún en bruto y piso de cemento alisado.Son catorce piezas de arte religioso contemporáneo, con motivos que nacen con los albores del cristianismo.Si bien su exterior se encuentra terminado, no ocurre lo mismo con su interior el cual nunca fue completamente terminado, y por mucho tiempo solo mostraba las estructuras de hormigón desnudo y el piso de cemento alisado.
Don Giovanni Battista Andreoli, talló la figura de la Virgen María. Utilizó la misma piedra blanca del resto del edificio, extraída de la cantera del Cerro Carbón, para lograr una bellísima imagen, que se encuentra en el exterior sobre el gran portal de la Catedral. Fue denominada por el propio autor de la obra, “La Madonna”. E insistió en mantener en el anonimato su nombre aduciendo que: “son cosas entre Dios y yo”.