Se organiza de hecho como una prelatura territorial.
La construcción de la estructura data del año 1885.
El objetivo era encontrar un nuevo sitio para reemplazar el edificio antiguo que estaba cayendo en ruinas.
Sólo hay tres estructuras de este tipo que sobreviven en América del Sur.
El edificio está dedicado como su nombre lo indica a Nuestra Señora del Rosario, sigue el rito romano o latino y esta bajo la responsabilidad del obispo Demetrio Jiménez Sánchez-Mariscal.