Fue construida en 1535, por el Obispo Fray Tomás de Berlanga y destruida por el saqueo a la ciudad en 1671, por el pirata Henry Morgan, junto con otras edificaciones.
Posteriormente se intentó reconstruirla a base de mampostería, pero la empresa no fue factible y probablemente terminó siendo una construcción a base de madera y tejas.
Tampoco se pudo hacerse de mampostería, por lo que terminó siendo construida simplemente con madera.
Los vestigios de este edificio coinciden con la descripción que realizó Juan Requejo y Salcedo, en 1640:
La torre, en todo caso, estaba mucho más sólidamente construida que el resto del edificio.