A mediados del siglo XV se construyó la capilla que actualmente es utilizada como sacristía, bajo el patrocinio de San Martial, y en 1480, contigua al oeste de la misma, los canónigos establecieron una sala capitular dedicada a San Gauthier.Una nueva entrada lateral, decorada con pináculos y rematada por el escudo del obispo, se llevó a cabo a continuación, en el lado sur del tramo de conexión.La obra casi completada, pero muy desnuda internamente, prácticamente sin esculturas, va a ornamentarse a principios del siglo XV con un magnífico portal en gótico flamígero con parteluz; al porche-campanario —un conjunto finamente cincelado— se añadirán más tarde las dos capillas del lado sur con bóvedas muy adornadas (liernes y terceletes), en la que una tiene un nicho muy decorado encuadrando actualmente luna hermosa Piedad de madera pintada y dorada en el siglo XVII.Y un hermoso órgano completaba el conjunto con un bufet de alta factura renacentista debido a escultor tolosano Nicolas Bachelier (instrumento rehecho en 1889 por Aristide Cavaillé-Coll, 1811-1899).Aunque parece que el autómata (actualmente, de tercera generación) no se llevará a cabo hasta 1604.La leyenda quiere que el primer Jacquemart fue construido por un preso condenado a tocar las campanas cada hora para señalar su presencia, que habría fabricado un autómata de madera para golpear por él y así poder escapar.