Sus padres fueron Juan Aldaz Larrainzar y Petrona Gordillo Figueroa, quien había nacido 1685.
Por esta razón muchas veces es conocida como Catalina Aldaz y Gordillo, en lugar del apellido paterno Larrainzar.
Juntos tuvieron tres hijos:[1] Todos fueron figuras importantes para la independencia de Ecuador.
Estos rumores iniciados por los enemigos de Eugenio Espejo en el siglo XVIII fueron recogidos por los indigenistas en el siglo XX en aras de encontrar indígenas importantes que hayan participado en la independencia.
Algo que probablemente le motivaría a escribir sus famosas Reflexiones acerca de las viruelas.