Está situado al sur del pueblo, en un promontorio sobre el arroyo Varlaña.
Su origen se remonta al siglo V a. C., cuando los vetones poblaban la comarca.
También se usó en época romana, y posteriormente, hasta la Alta Edad Media.
Tras su abandono, en época de los Reyes Católicos se construyó en el recinto la ermita de la Virgen del Castillo, aún en pie y en uso.
En el lado oeste del castro, extramuros, hay varias zonas de piedras hincadas verticalmente, posiblemente protección contra los asaltos de caballería, ya que ese es el flanco más abierto del asentamiento.