La fortaleza cayó de nuevos en manos daneses una década más tarde, en 1237, pero fue vendida a la Orden Teutónica en 1346, quedando en su poder durante el resto del Medievo.La bandera de Estonia se alza en la cima de esta torre a diario durante el amanecer con el himno nacional y se vuelve a bajar al anochecer.[1] Con los trastornos de la guerra de Livonia del siglo XVI, las primeras órdenes cruzadas que dominaban los actuales países bálticos, se disolvieron, y la región fue reclamada por Suecia, Polonia y Rusia.Tras dos años de construcción, se terminó en 1922, por los arquitectos Eugen Habermann y Herbert Johanson.Otros lugares de interés en las proximidades del castillo son la catedral ortodoxa rusa dedicada a Alejandro Nevski, que se completó en 1900.