Castillo de Tona

Se domina una extraordinaria panorámica hacia el Macizo del Montseny, Collsuspina y Montanyola.

La primera noticia histórica del castillo y de la iglesia de San Andrés situada a su lado data del año 889, cuando se consagró la iglesia por el obispo Gotmar de Vich se hace explícito que la iglesia se encontraba en el castillo de Tona.

A mediados del siglo XIV, cuando se creó el condado de Osona, Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, cedió la jurisdicción del castillo al vizconde Bernat III de Cabrera, pero este noble cayó pronto en desgracia y el castillo pasó de nuevo a la Corona.

AI principio del siglo XV, el rey Martín I de Aragón, el Humano, concedió un régimen municipal a los habitantes del término del castillo, convirtiéndolos así en ciudadanos de Barcelona.

El año 1446 el condestable de Portugal hizo derribar el castillo, ya que era un importante bastión durante la guerra remensa, pero los consejeros de Vich se negaron.