Actualmente sólo queda en pie la torre del homenaje y no queda otro edificio que se pueda vincular a la vieja fortaleza medieval si bien las últimas prospecciones arqueológicas han descubierto los restos de las antiguas dependencias del castillo feudal, ampliado y modificado a lo largo de los siglos XI, XII, XIII y XIV.
El castillo aparece documentado a partir del 960 con el nombre de «Quovece negro».
Unos de estos fueron la familia llamada Coaner, seguramente castellanos, que dieron el nombre definitivo al lugar.
En el siglo XIV el castillo entró en el juego de ventas y recompras reales, tan habitual en este periodo.
[1][3] La torre del castillo es una construcción cilíndrica esbelta que se yergue a partir de un plano circular, el espacio interno del cual, en el nivel inferior, tiene un diámetro de unos 300 cm que, en el exterior llega hasta los 730 cm.
Desde tierra hasta el primer piso, donde las paredes se adelgazan aproximadamente un metro, hay cerca de 9 m desde este tramo hasta el copete, que está coronado con almenas, unos 9,85 m más, -de los cuales 3,65 pertenecen al primer piso, 5 al segundo y 1,20 en la azotea-, por lo tanto, la altura de la torre es de unos 18,85 m totales.
Su anchura es la misma que muestran las paredes del tramo superior y presentan los flancos abiertos de fuera hacia dentro.
Los barcos son de vela latina, triangular y tienen remos; en algunos se ve también el timón.
Muy pronto debió adquirir la condición de parroquial hasta que la perdió en tiempos modernos.
La iglesia está situada al pie de la torre militar que le es coetánea.