Su flanco suroeste está además defendido por un profundo barranco rocoso que actúa como foso natural.
Su acceso está situado en el lado sudeste, al que se llega mediante una empinada rampa en recodo.
El otro, rectangular y con bóveda de cañón, está situado en el extremo noroeste del recinto.
El caudillo bereber Awsaya Ibn Al-Jali al convertirse al cristianismo convirtió la fortaleza en un bastión de resistencia mozárabe hasta que fue tomada por las fuerzas musulmanas en el año 906, quienes dotaron a la fortaleza de una guarnición para que se evitasen nuevas revueltas.
En el año 1480 es conquistada nuevamente por los musulmanes procedentes de Ronda, pero en 1482 cayó definitivamente en manos castellanas.