La propiedad fue comprada a la familia Pasquier y en 1848 ya fue reconocida como la residencia oficial del gran duque de Luxemburgo en el Gran Ducado.
En 1906, el gran duque Guillermo IV de Luxemburgo demolió el antiguo castillo con el fin de construir uno nuevo basado en un diseño del arquitecto muniqués Max Ostenrieder y el arquitecto luxemburgués Pierre Funck-Eydt.
La familia gran ducal los utilizó como residencias oficiales tal como reconoce el artículo 44 de la Constitución luxemburguesa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Palacio fue ocupado por las tropas nacionalsocialistas, periodo en el cual el Castillo sufrió graves daños en sus obras de arte más importantes.
Actualmente reside allí el gran duque Enrique I de Luxemburgo y su familia.