Castillo de Araya

[1]​[2]​Inicialmente no despertaron mucho interés, dado que España contaba con un suministro de sal abundante.El ingeniero Juan Bautista Antonelli regresó en 1622 para iniciar el proyecto de construcción.Los holandeses cargaron sal en sus urcas pero el gobernador Diego Arroyó, en clara inferioridad numérica llevó a cabo una estrategia para dificultarles el acceso al agua dulce que le permitió contener a los holandeses hasta la llegada de refuerzos.Su dedicación fue alabada y, en premio, se le ofreció “tenerle presente para la plaza de Cristóbal Roda en Cartagena, cuando vacase”.La Junta le solicitó regresar a Araya para finiquitar los trabajos y, además, se le ordenó pasar primero por San Juan de Puerto Rico a fin de “disponer lo conveniente para su defensa”.
Vista del castillo de Araya.