En el interior se conservan varios salones abovedados, una capilla y un patio interior, con una galería de arcos renacentistas del reinado de los Reyes Católicos en la planta noble.
[3][1] Del castillo solo se conserva la parte más antigua, que es la torre del siglo XII, que está construida con bloques macizos de piedra, a cuya entrada se accede desde la primera planta del palacio.
[2][1] Cuando el monasterio recibió el castillo, estaba prácticamente en ruinas, y sobre el siglo XIV empezaron a reformar la torre y a demoler parte del castillo.
En el siglo XVI, el monasterio decidió mejorar y ampliar el palacio al que al tener un aspecto más palaciego se le empezó a llamar, palacio de los Abades de Veruela.
En el siglo XIX con la Desamortización española pasó a manos privadas, hasta que en 2012, el actual propietario compró el castillo-palacio y empezó a restaurarlo.