Este torreón de vigilancia y de comunicación, conocido por los más ancianos del pueblo como El Castillejo y a cuyo pie nació el pueblo, ha desaparecido totalmente con el tiempo, y se encontraba situado sobre la cima del cerro actualmente denominado El Pendolero.
Hacia mediados del siglo XIX, la aldea, por entonces con ayuntamiento propio, tenía contabilizada una población de 123 habitantes.
Se trata de una iglesia de estilo románico en cuyo muro oeste luce una espadaña con dos campanas y que cuenta con un pequeño atrio en su muro sur dentro del cual existe un arco de entrada románico en piedra con molduras lisas sobre capiteles sin decorar, apoyado a su vez sobre columnas cilíndricas.
Cuenta con un frondoso bosque de ribera formado por chopos (Populus x euramericana) que jalona las márgenes del río, y cuya parte más cercana al pueblo es denominada localmente el Plantío.
Principalmente agricultura, cuya actividad gira en gran medida en torno al cultivo de la cebada, y en menor grado al del trigo y el girasol.