Castel Béranger

Fue el primer inmueble de renta con alquileres moderados construido en este estilo en París.

Un siglo después de su construcción, el Castel Béranger se convirtió en un condominio.

En la esquina sureste de la quinta planta, que está retranqueada, se abre una pequeña logia cuadrada.

[7]​ Esta permite ver al fondo el ladrillo rojo del pequeño edificio noreste, perforado por ventanas escalonadas, mientras las dos fachadas que dan hacia el patio muestran varios salientes, incluida una parte metálica que sobresale como una torre.

[9]​ El diseño y la construcción del Castel Béranger pueden ser esbozados gracias entre otros a los archivos de Hector Guimard, conservados en su mayor parte en el Museo de Orsay.

[12]​[13]​ Fue sin duda alguna a través de sus propietarios —como los Roszé, los Jassedé, los Delfau o la viuda del escultor Jean-Baptiste Carpeaux— como se introdujo en la comunidad burguesa católica de esa zona del distrito XVI, donde residía, y de esta manera conoció a Élisabeth Fournier (1835-1923), una viuda que deseaba invertir en bienes inmuebles.

[14]​[15]​ Auteuil no se convertiría en un barrio verdaderamente burgués hasta una década más tarde, con la llegada de una línea de metro: hasta entonces, a finales del siglo xix, el barrio albergaba todavía a obreros, artesanos y comerciantes, y las tiendas estaban al lado de almacenes o fábricas.

[18]​ En el curso del verano, respondiendo a una invitación del arquitecto y decorador Gustave Serrurier-Bovy gracias a una beca,[19]​ Guimard efectuó un viaje a Lieja y Bruselas, «cuna de la nueva estética»,[20]​ que —después de Inglaterra, sus ranchos y las obras del movimiento Arts and Crafts— sería su «camino de Damasco».

[12]​[17]​ Ya no era momento de alterar los planes de conjunto aprobados por la prefectura,[3]​ y en consecuencia la estructura del edificio y su volumetría permanecieron conforme a la solicitud presentada en junio.

[25]​[26]​ Al igual que muchos otros arquitectos modernistas europeos, Guimard decide mezclar también en los apartamentos y en las zonas comunes varios materiales más o menos «nobles»[27]​ —hierro fundido, bronce, chapa, hierro forjado, cobre, latón, ladrillo, cerámica, gres flameado, porcelana, vitral, madera, etc.— y explotar aquellos que eran de invención reciente, como el lincrusta extraído del linóleo patentado por Frederick Walton en 1877, el ladrillo de vidrio hueco inventado en 1886 por el ingeniero Gustave Falconnier,[28]​[29]​ o el vidrio «americano» opalescente de Tiffany.

[7]​[36]​[6]​ A lo largo del año 1898, el triple inmueble se terminó y ocupó completamente.

[25]​[12]​ «La línea recta —añade el conservador del patrimonio Georges Vigne— mantiene sus derechos, pero animada ya por retranqueos, salientes y falsos arcos».

[12]​ En el interior, como para subrayar las diferentes etapas de la construcción, dejó visibles las vigas metálicas que sostienen los casetones de madera del encofrado —estos últimos disimulados por un yeso armado llamado fibrocortchoïna[26]​—, asignándoles un papel decorativo.

[42]​[25]​ Para terminar, aunque sus decisiones estéticas quizá fueron dictadas primordialmente por preocupaciones económicas,[44]​ el joven arquitecto se esforzó por optimizar el espacio, hacer entrar la luz y favorecer la ventilación.

[19]​ Inspirado todavía en su primera juventud por el estilo neogótico, manifiesta ya en sus dibujos, sus acuarelas y su caligrafía una originalidad que se desplegó después de su estimulante encuentro con Horta.

Al contrario, el francés mantiene los trazos verticales, dando una impresión de efusiva vitalidad, y los hace desviarse repentinamente, mientras los envuelve y los hace contrastar con un juego de curvas más o menos largas, lo que produce audaces rupturas de equilibrio»:[23]​ dibujando caprichosos motivos abstractos, se convertiría en representativa del estilo «latigazo» que caracteriza al modernismo, especialmente en Francia.

[52]​ El edificio fue criticado por aquellos que negaban todo valor estético a las creaciones modernistas como las que exponía al mismo tiempo el coleccionista y comerciante de arte Siegfried Bing en su galería de la Rue Chauchat.

[56]​[57]​ Sin embargo, en unos meses el pintor olvidó sus reticencias y los «zigzags» de Guimard para ser sensible solo a los aspectos prácticos de la vivienda moderna, donde pronto tendrá como vecino al arquitecto y decorador Tony Selmersheim.

Similarmente, las obras dedicadas a la arquitectura del siglo xx se abren habitualmente con este edificio».

[63]​ A partir de la década de 1920, lo que sus detractores llamaban el «estilo de fideos» cayó poco a poco en descrédito y el arquitecto evolucionó en sus proyectos, hasta abandonar por un apartamento más «moderno» el hôtel particulier que se había construido en la Avenue Mozart entre 1909 y 1912.

Photo en couleur d'un palier avec colonnes fines, mosaïque au sol, arabesques sur la rampe d'escalier et les murs
La escalera de la Casa Tassel.
Photo en couleur d'un coin d'immeuble avec matériaux de diverses couleurs, et ornements de balcon et de gouttière en fer forgé clair, bleu-vert
Esquina suroeste y logia: sillería, piedra de molino, ladrillo beige o rojo y hierro forjado.
Photo sépia colorisée par endroits montrant un homme barbichu à un bureau dans un décor chargé
Hector Guimard en su agencia-taller del Castel Béranger hacia 1900.
Photo en couleur d'un coin de pièce aux tons chauds dont les murs en relief tarabiscotés sont encadrés d'arabesques en fer forgé
Vestíbulo del Castel Béranger.
Dessin en légère contre-plongée d'un immeuble vu depuis l'angle permettant de voir ses trois façades
Album Castel Béranger , vista global (figura 1).
Sur papier clair, dessin de motifs assez fondus ponctués régulièrement d'un motif flammé très contrastant
Album Castel Béranger , uno de los papeles pintados (figura 37).
Photo en couleur sur fond noir d'arabesques bleues avec plaques cuivrées
Placa de cobre del portal principal.