Caso acusativo

Están en caso acusativo típicamente los nombres y pronombres que forman el núcleo del objeto directo de una frase;[1]​ además este caso puede tener otros usos que ya varían mucho de una lengua a otra.

Los romanos, por falsa traducción, le dieron el nombre que aún sigue vigente.

En el acusativo se suele ver la expresión de una relación inmediata entre el verbo y el objeto al que se refiere la acción verbal, siendo, por tanto, el caso por excelencia del complemento directo.

Los nombres no se flexionan mucho, es decir que la mayoría no cambian sus terminaciones, como ocurre en latín o en ruso; son los artículos (definidos e indefinidos) los que indican el caso.

El acusativo se usa como objeto directo (yo veo el perro: ich sehe den Hund) y después de determinadas preposiciones.