[3] El carnaval siempre utilizó músicas y textos ajenos para dar soporte a sus espectáculos.
[5][6] Si bien no fue demandada en su conjunto toda la agrupación, Fisher sí demandó al director Ariel "Pinocho" Sosa (1962-2021) y al letrista autor de la parodia Marcelo Vilariño, que vive en Buenos Aires.
En el juicio se presentaron como testigos gente vinculada al carnaval, el hijo de Diego Fisher, su secretaria y quién compró los derechos del libro.
El director de los Zíngaros, Ariel Sosa, y el letrista, Marcelo Vilariño, deberían pagar a Fischer para resarcirlo.
Sosa debía pagar a Fischer diez mil dólares en concepto de daño moral.
[16][17][18] En abril de 2019, el periodista uruguayo Marcelo Fernández expresó que el fallo podría indicar un cambio en los espectáculos del carnaval.