El 7 de mayo de 2018, la pareja conformada por Efraín Soria y Javier Benalcázar, activistas por los derechos del colectivo LGBT, con 12 años de relación sentimental, acudió al Registro Civil en Quito, con la finalidad de tramitar su matrimonio, sin embargo, debido a que el ordenamiento jurídico ecuatoriano no contempla la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo, su solicitud fue negada.
El Código Civil ecuatoriano, en su artículo 81, especifica qué es y cómo se perfecciona el contrato civil del matrimonio, también dejando de lado la posibilidad del matrimonio igualitario:
[8] Durante la audiencia, la cual se extendió desde las 9:30 hasta las 14:00, los jueces constitucionales empezaron a escuchar las declaraciones de los ciudadanos interesados en este tema, empezando por el activista Efraín Soria.
Otro de los intervinientes fue Braulio Álvarez quien declaró que el proceso estaba viciado de nulidad al ser dirigido por el juez Ávila Santamaría, quien en el pasado había patrocinado causas a favor del matrimonio igualitario; dicha declaración fue contrarrestada por la jueza Daniela Salazar.
[9] El juez sustanciador Ávila Santamaría manifestó que recibió dos solicitudes de recusación: tanto del abogado Diego Villamar Dávila, como de Vicente Taiano González -director general del Registro Civil- quienes expresaron su molestia al considerar que dicho juez incurrió en dar un criterio anticipado.