Constituyeron el ensayo, por primera vez en la historia, de la estrategia del terror aéreo sobre una capital europea,[2] con bombardeos sistemáticos sobre su población civil.
En ella han habitado personas de clase obrera hasta la actualidad.
La campaña por su conservación, iniciada por la Fundación Anastasio de Gracia, comenzó en 2017 cuando su propietario pidió licencia para demoler el edificio.
[7] Esta plataforma también inició una campaña ciudadana a la que se sumaron personalidades como el hispanista Ian Gibson o el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel.
El ayuntamiento, el propietario y las dos asociaciones involucradas han fijado un calendario para la expropiación.
[11] En esta vivienda en 2019 vivían once familias de escasos recursos (17 adultos y 14 menores).
Estas alegaban que con el precio de los alquileres en la ciudad no podían permitirse otra cosa.
Las familias se encontraban a la espera de ser realojadas desde que el ayuntamiento aprobó convertir la vivienda en un museo.