Actualmente la mina y el jardín se encuentran abiertos al público para su visita (de lunes a domingo).Ocurrió en el siglo XIV, cuando los meriníes controlaban algunas ciudades de la frontera occidental del Reino nazarí.Y quizá por eso se conocía como Abd-al-Málik Abd al Wahid, ya que la expresión árabe abn almalik significa literalmente «hijo del rey».Y en 1911, se vendió a la propietaria que más hizo por su renovación: Trinidad von Scholtz Hermensdorff, Duquesa de Parcent.En varios puntos de la galería, los reposaderos servían para apoyar estos zaques y facilitar el ascenso.[3] En la parte más baja de esta torre, una pequeña puerta abierta hacia el río servía para la huida.Fue heredada por sucesivos parientes hasta principios del siglo XX, cuando la adquirió el multimillonario estadounidense Lawrence Perin,[5] que volvió a situar el monumento en el foco de atención para los académicos y los interesados en la historia y la cultura de Ronda.Poco después en 1911, Trinidad von Scholtz Hermensdorff adquirió la Casa del Rey Moro y renovó por completo la zona de vivienda.A través de tres terrazas con un pequeño desnivel entre ellas, Forestier organizó el estrecho espacio destinado al jardín, que mira por el lado norte hacia el Tajo.Este canal longitudinal, con avenidas para pasear a los lados, evoca el característico jardín-huerto de la cultura islámica, tradicionalmente desarrollado en patios con acequias.