La planta está previsto para la superación de la herencia indeseada del pasado nazi.
Las actividades en el primer piso están dedicadas al presente, ofreciendo apoyo concreto a la gente, por ejemplo por el Servicio Austriaco en el Extranjero, o por proyectos en favor de los derechos humanos o del tercer mundo.
En el segundo piso, ideas para un futuro más pacífico serían elaboradas.
En los años siguientes, el proyecto no pudo ser realizado.
En septiembre de 2012, su sucesor, el alcalde Johannes Waidbacher (ÖVP), dijo en una entrevista con el periódico Der Standard que le gustaría más crear algunos apartamentos de lujo en dicha casa.