Además, alojaba la casa de justicia y una pequeña cárcel.
[3][4] El Gobernador encargó el diseño al ingeniero porteño Domingo Selva, quien eligió una arquitectura ecléctica de barroco francés con toques italianizantes y algunos adornos art nouveau, con fachadas revestidas en símil piedra París.
Luego de la demolición del Cabildo, se adquirieron las dos propiedades vecinas, y la construcción comenzó en 1908.
El nuevo edificio fue inaugurado el 9 de julio de 1912 por el Gobernador José Frías Silva y el Presidente Roque Sáenz Peña, aunque comenzó a habilitarse dos años antes.
Su fachada imponente se complementa con interiores muy ornamentados, destacándose el Salón Blanco, utilizado históricamente para los actos oficiales, con sus arañas luminosas y los cielorrasos decorados por el pintor historicista Julio Vila y Prades (y recientemente restaurados por el escultor tucumano Santos Legname).