Su ubicación es mantenida en secreto para evitar el ataque de las Honoradas Matres.
Este mundo es el más buscado por las sanguinarias Honoradas Matres que están destruyendo uno a uno los mundos simpatizantes o aliados o controlados por las Bene Gesserit, por tanto todos sus esfuerzos se dirigen a encontrar pistas y según la novela, al azar rondan por el espacio en búsqueda de señales de él.
El planeta de Casa Capitular (en el tiempo en que Odrade asume la Posición Suprema), llevaba miles de años habitado por humanos, y miles más, controlada por las Hermanas Bene Gesserit.
El nuevo planeta habitado por gusanos creará, según las hermanas, un nuevo río para que fluya la especia a las arcas de la Orden, ya que Arrakis ha sido destruido, y los Tleilaxu (salvo el Maestro Scytale), y sus tanques productores de la especia naranja melange, también han sido masacrados.
La Madre Superiora Odrade, especula que Casa Capitular será el nuevo foco de las tensiones religiosas del universo, ya que la hermana Sheeana, controla a los gusanos recién nacidos, y un culto desarrollándose en el imperio alrededor de ella, pondrá las riendas religiosas en manos de las Hermanas Bene Gesserit, quienes desatarán una Jihad en contra de las Honoratas Matres si se resisten.