Su superficie está cubierta por un inmenso desierto, a excepción de los diminutos casquetes polares, de los que se extrae parte del agua que luego se distribuye en los enclaves poblados.
Los gusanos de arena son los más grandes exponentes de la fauna silvestre, sólo cactus, palmeras, dátiles y otras especies propias del desierto como el ratón canguro o halcones del desierto pueden sobrevivir en los asentamientos de rocas dispersos y cercanos a la muralla escudo, una cordillera que protege en la parte norte del planeta a una vasta superficie en la que se encuentran los asentamientos humanos.
El resto del planeta está habitado no solo por estos cómodos ciudadanos, sino también por los fremen, tribus que vinieron al planeta miles de años atrás y que se han adaptado a vivir en el árido desierto.
Estos fuertes guerreros han logrado, gracias a la especia, crecer en el comercio y tráfico.
Dichas tormentas son llamadas así por ser causadas por el efecto coriolis del planeta y fuerzas centrífugas.