Cartas plomadas son aquellas en que el Príncipe dispensaba alguna gracia o merced y atribuía algún título de posesión.Dicha concesión se expresaba después de invocado el nombre de Dios y se anotaba en ella el día, mes, hora, y año con el nombre también del Rey poniéndose, para demostrar el fin de la perpetuidad, una cuerda o cordón de seda, pendiente de éste un sello de plomo e impresas en él las Armas Reales que la autorizaban y signo constitutivo de los Privilegios.Se añadía la pena que solían imponer los Príncipes a los que repugnasen su observancia.Otras se sellaban con signo de cera y este se imprimía Sobre pergamino o en papel, que antiguamente se decía en paño.De la forma y modo con que se extendían las Cartas concedidas de varios, empleos y a los Adelantados.