[1] La red de carreteras está muy condicionada por el medio físico, que en España se caracteriza por un espacio muy compartimentado por las cadenas montañosas y un relieve escarpado.
En la península ibérica existen elevadas cadenas montañosas que superan los 3000 metros de altura (Pirineos, cordilleras béticas); y montañas interiores y circundantes con altitudes superiores a los 2000 metros (Sistema Central, Macizo Galaico-Leonés, cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico).
Debido a razones históricas, las vías principales de la red tienen su origen en Madrid.
Esta circunstancia se ha ido modificando durante el siglo XX mediante la construcción de ejes transversales, creando una red más mallada.
[4] Sin embargo a comienzos del siglo XX, varios visitantes extranjeros apuntaban una mejoría en la seguridad, comparándola positivamente con países como Estados Unidos e Inglaterra.
[8] Son excepción a esta norma general las redes de carreteras de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya, que tienen competencias históricas exclusivas en carreteras, por lo que la red completa es gestionada por los órganos locales correspondientes.
?» (en blanco, sobre fondo verde) de acuerdo a la numeración establecida por la UNECE.