El protagonista es maltratado y humillado en forma de representación a su paso por las calles del pueblo.
Es acompañado por los asistentes a la celebración y todo se realiza bajo la dirección de los "peropaleros" que, al ritmo del tambor, tocan y cantan coplas peropaleras.
El punto álgido del Carnaval llega el martes, día en el que se realiza una representación de un tribunal popular que juzga y sentencia al Peropalo a muerte.
Pero el carnaval, en Villanueva, además de íntimamente relacionado con lo dionisíaco propio de todo carnaval, se caracteriza por la importancia de la tradición, pues, junto a los ritos del Peropalo, conserva y se resalta durante todo el festejo, tanto la vestimenta como, sobre todo, la canción tradicional, en unos casos cantada en grupo sin instrumentos y, en otros, acompañada por los instrumentos que tocan los guitarreros de la localidad.
En repetidas ocasiones la plaza se llena de gente que baila la jota.