[1] En su bautismo recibió los nombres de Carlo Maria Bernardo Gennaro.
En 1960 murió sin hijos el príncipe Fernando de Borbón-Dos Sicilias, y comenzó la disputa sucesoria al presentarse como pretendientes Raniero de Borbón-Dos Sicilias, abuelo de Carlos, y Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, padre del infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias.
Alfonso expuso como argumento el matrimonio morganático de Raniero, que también habría excluido a este de la sucesión conforme a la normativa vigente en esta materia en el Reino de las Dos Sicilias.
Con esta decisión, anunciada en la Basílica de San Pedro en Roma, su hija María Carolina se transformaría en su heredera.
[3] El pretendiente le respondió exponiendo los argumentos jurídicos, genealógicos y dinásticos que apoyaban su «rango incontestable», «rango» que implicaba el gran maestrazgo de las órdenes dinásticas, en particular la Orden Constantiniana de San Jorge, maestrazgo igualmente disputado por Pedro de Borbón-Dos Sicilias.