Carlos Khuen-Héderváry

Su gobierno de Croacia se caracterizó por el gran impulso que dio a la magiarización del país.En 1873 murió el conde Héder Viczay de Hédervár, un pariente lejano de la familia Khuen, y en su testamento, le dejó como herencia todos sus bienes a la familia al ser sus únicos parientes.[1]​ Aunque los símbolos nacionales croatas permanecieron, el poder real quedaba en manos del Gobierno húngaro que, además, nombraba gobernador (ban), quedando el Parlamento croata (sabor), reducido a la gestión de algunas cuestiones internas, sin controlar siquiera la política comercial o el principal puerto de la región, Fiume.[6]​ Su política de asimilación magiar se enfrentó a numerosas protestas, como la ocurrida durante la visita del emperador Francisco José en 1895.Durante la inauguración del Teatro Nacional Croata, a la que asistía el monarca, un grupo de estudiantes situados junto a la estatua del ban Jelačić quemó la bandera húngara.[6]​ El futuro dirigente croata Stjepan Radić, cabecilla del grupo, se labró su fama como opositor de Khuen-Héderváry.[9]​ La actitud poco conciliadora del emperador hacia las susceptibilidades nacionalistas magiares no ayudaron a Khuen-Héderváry que, incapaz de resolver el conflicto entre aquel y la oposición más nacionalista magiar, dimitió en septiembre de 1903.[9]​ Le sucedió Esteban Tisza que parecía cercano a lograr un acuerdo entre las posturas del emperador y de la oposición nacionalista húngara.[14]​ Durante su gobierno, en 1910, se había añadido al programa del partido la promesa de aprobar el sufragio universal masculino pero, por la gran oposición de parte del partido, incluido el crucial Tisza, nunca se llegó a aprobar en su mandato ni en el de su correligionario y sucesor, Lukács.
Regiones austrohúngaras tras el Ausgleich de 1867. Khuen-Héderváry fue gobernador de Croacia-Eslavonia durante 20 años, oponiéndose a las corrientes nacionalistas croatas y yugoslavas.
El emperador austrohúngaro Francisco José , izquierda, junto a Esteban Tisza , principal figura política húngara de la época, a la que Khuen-Héderváry sirvió a menudo de fachada oficial durante los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, aunque defendiendo habitualmente posturas más conciliadoras.