Carlos Federico Abente

[3]​ Radicado en Buenos Aires, desarrolló su carrera profesional como cirujano y empresario de la salud.

Abente ingresó al Hospital Alvear como practicante en 1937 y se jubiló en 1969 con título de Médico Honorífico.

Juntos compusieron la canción «Ñemitî», que se convertiría en una pieza emblemática para el pueblo paraguayo.

[5]​ Publicó cuatro libros de poesía, más una antología, en guaraní y español.

Tuvo grandes amistades entre la comunidad de músicos y literarios paraguayos en Buenos Aires, muchos de ellos exiliados políticos, incluyendo Augusto Roa Bastos, Sila Godoy, Mauricio Cardozo Ocampo, Hérib Campos Cervera, Emilio Vaesken y Severo Rodas.

[3]​ Roa Bastos dijo en el prólogo de Che kirîrî asapunkái haguâ: «A este hombre formado en el sufrimiento de sus semejantes a los que ha dedicado su ciencia y sus desvelos, la poesía le ha dado un refugio que es a la vez presagio y memoria; a este hombre cortado de su pueblo y que ha vivido en exilio durante casi toda una vida, la poesía le ha permitido vivirla toda entera en la verdadera patria que es la lengua natal».