Desempeñó su carrera deportiva, ocupando el puesto de puntero derecho, destacándose por sus participaciones dentro del Club Atlético River Plate desde 1931 hasta 1941.
Luego, se asentó en la primera de Sportivo Buenos Aires, equipo desde el cual dio el gran salto al “Millonario”.
En 1932, al año siguiente de su llegada a River Plate, el club ganó su primer título en el profesionalismo.
Habilidoso aunque extraño en sus gambetas, se lo llamó Barullo por las complicaciones que le presentaba al adversario.
Además de la sabiduría empírica que desparramó por las canchas, sus conceptos quedaron documentados en reportajes y libros.