El dominio de Argentina en la competición fue impresionante, con dos contundentes victorias sobre Brasil.
Durante el torneo se produjo la mayor derrota sufrida por Brasil frente a Argentina en la historia del partido.
[1] El reglamento preveía dos partidos; el equipo con más victorias sería coronado campeón.
Hugo Marini, periodista argentino de Crítica, bromeó: "Si perdieron en São Paulo, ¿qué pueden hacer los brasileños aquí?".
Herminio Masantonio robó a Zarzur y disparó dos veces para abrir el marcador.
Enrique "Chueco" García centró y Carlos Peucelle añadió un segundo.
Según O Globo Sportivo, Jair y Romeu volvieron a marcar desde la mediapunta y la defensa mejoró "al cien por cien" con Norival sustituyendo a Jahu.
[4] El tercer partido tuvo lugar una semana después, otro domingo en Avellaneda, con victoria argentina por 5-1.
El guardameta Jurandyr culpó al sol de no poder ver los balones altos que le lanzaban.
García centró, Norival desvió y Peucelle se coló para marcar el tercero.