Carlos Cortés Vargas
Según telegramas y otras pruebas el presidente de la república Miguel Abadía Méndez apoyó y dio el visto bueno para ejecutar la masacre y la posterior desaparición de los cuerpos llevándolos en tren para ser arrojados al mar.El general Carlos Cortés Vargas argumentó posteriormente que lo había hecho, entre otros motivos, porque tenía información de que barcos estadounidenses estaban cerca a las costas colombianas listos a desembarcar tropas para defender al personal estadounidense y los intereses de la United Fruit Company, y que de no haber dado la orden Estados Unidos habría invadido tierras colombianas.Esta posición fue fuertemente criticada en el Senado, en especial por Jorge Eliécer Gaitán quien aseguraba que esas mismas balas debían haber sido utilizadas para detener al invasor extranjero.Esta masacre no le generó, sin embargo, ninguna responsabilidad penal ni política a Cortés Vargas.Bravo era un militante activo del movimiento conservador de inspiración fascista conocido como Los Leopardos.