Nació en Milán y era hijo del pintor manierista cremonés Panfilo Nuvolone.
En ese estudió coincidió con Daniele Crespi y Giulio Cesare Procaccini.
Fue un artista versátil que supo integrar diversas influencias en su pintura a lo largo de su carrera.
Alcanzó una gran maestría en el tratamiento de las luces y sombras, con las que consiguió modelar dulcemente los rostros de sus personajes.
Resulta de particular interés su autorretrato como pintor rodeado por su familia de artistas, incluyendo a sus hijas que tañen instrumentos musicales.