Artabazo finalmente le dejó marchar libremente siguiendo el consejo de Memnón y Mentor, antes de que llegase el escuadrón ateniense al Helesponto, dirigido por Cefisodoto.
Caridemo no cumplió con su promesa a los atenienses y se puso otra vez al servicio de Cotis I con cuya hija se casó.
A la muerte de Cotis (359 a. C.) le sucedieron tres hijos, entre ellos Cersobleptes, y en 358 a. C., este rey le encargó la lucha contra los atenienses por la posesión del Quersoneso.
Finalmente, el general Cares fue al Quersoneso con suficientes fuerzas e impuso a Caridemo (que se autotitulaba autocrátor) la ratificación del tratado hecho con Atenodoro, excepto la ciudad de Cardia que estaba retenida por Caridemo.
Fue uno de los generales atenienses a los que Alejandro Magno exigió la rendición en 335 a. C., pero se pudo escapar a Persia donde Darío III le recibió con satisfacción, pero como se mostró disconforme con el preparativo del rey en el entierro de la batalla de Issos, fue ejecutado en 333 a. C.