430) fue un eremita que vivió en las islas de Lérins, ante Cannes.
Caprasio se hizo ermitaño y se retiró a la Islas Lérins; su fama atrajo a los jóvenes Honorato de Arlés y su hermano Venancio, que querían seguir el ejemplo.
[2] Al volver, se establecieron en las montañas de Fréjus y sólo después volvieron a Lerins, queriendo imitar a los Padres del desierto que habían conocido.
Otras personas siguieron su ejemplo, y formaron una comunidad de eremitas.
Hilario de Arlés, que había sido monje en Lérins, compuso una laudatio en honor de Caprasio, que es la fuente principal sobre su vida.