La Capilla de las Calaveras es una capilla situada en el término municipal de Kudowa, voivodato de Baja Silesia (Polonia), construida en 1776 por el párroco Wacław Tomaszek.
Ayudado por J. Schmidt y J. Langer, Tomaszek recogió los huesos que encontraba y los ponía dentro de la capilla.
Sin embargo, después de que la guerra terminara en 1945, un grupo de voluntarios se dedicó a restaurar la capilla a su antigua gloria.
Sus esfuerzos dieron resultado, y la Capilla de las Calaveras fue pronto restaurada con éxito.
Cada hueso de este lugar es auténtico, y la calaveras de quienes crearon la capilla se colocaron en el centro de la misma, colocadas en el altar.