No obstante, según el Padre Rubén Darío Céspedes, deriva de kapi'i, paja, y atã, dura, que abundaba por el lugar.
En poca palabras Capiatá era un territorio donde se asentaban las chacras de los mayores encomenderos cuya función era abastecer a la ciudad de Asunción en aquellos tiempos, y que, acompañado con el auge agrícola, la población iba asentándose debido a la cercanía con la capital paraguaya.
No obstante, en varios textos consultados, incluido en el archivo nacional, se puede constatar que Ledesma gobernó hasta 1636, Navarra hasta 1640, y que Hinestrosa comienza su mandato en 1641 y concluye en 1672.
En términos demográficos, desde el siglo XVI Capiatá comenzó a ser poblada por autoridades coloniales e integrantes del cabildo quienes se hacían con tierras en el anillo más cercano a Asunción, esto según los títulos inmobiliarios encontrados también en el archivo nacional de la capital.
Hacia el siglo XIX la expansión demográfica ya era espontánea, a medida que los españoles solicitaban tierras para realizar sus actividades agrícolas, y a comienzos del siglo XX, la población ya estaba completamente esparcida por todo el territorio que hoy se conoce como Capiatá.
[5] Esta ciudad cuenta con una intensa actividad comercial que se desarrolla con los pobladores, poco y nada queda de aquella comunidad que se dedicaba esencialmente a los cultivos y la cría de ganado.
Es la segunda localidad más poblada del Departamento Central y la cuarta a nivel país.
Capiatá se divide en un total de 35 barrios (también llamados compañías) urbanos y suburbanos.
Entre los principales sitios de interés se encuentran la Iglesia Franciscana del siglo XVIII, el cual es joya del arte barroco hispano guaraní y fundada en 1649 con influencia franciscana; el Oratorio del Santo Rey Baltazar, el Museo Ramón Elías#Museo mitológico que está ubicado en la ciudad de Capiatá, a 19 km de Asunción, sobre la Ruta Mariscal Estigarribia.